Octavo capítulo: La
ira y el odio
Indicaciones: 1-No
exteriorizar ningún enfado a lo largo de la semana, al menos que sea
necesario. 2-Si te domina la ira, no hables. “Lo que tengas que
decir, dilo mañana”. (Proverbio japones). 3-Si no estas desacuerdo
con algo comunícalo sin alzar la voz, intentando llegar a un
entendimiento. 4-Antes de odiar a alguien, busca que hay en esa
persona que hace espejo de ti.
Lo que da a entender
este capítulo es como enfocar las emociones, no simplemente
reprimirlas. En el caso de la ira y el odio, tener un poco más de
autocontrol, nos ayudará a evitar conflictos indeseados. Reconozco
que no he tenido una semana fácil, y posiblemente no haya cumplido a
la perfección las indicaciones; y aveces he perdido un poco el
control. En general soy una persona tranquila, pero impaciente. No
suelo enfadarme, de hecho siempre he tenido la mala costumbre, de que
sí algo me molesta o me irrita, me lo guardo para mí. Lo que es
algo malo, ya que cuando acumulas tanta tensión, tarde o temprano
acabas explotando, y aveces lo acabas pagando con la persona que
menos lo merece. Por eso quiero recalcar la importancia de saber
expresar bien lo que sentimos, es mejor exponerse cuando se siente
una molestia, que no cuando llevamos mucho tiempo callándonos lo que
sentimos. Es como una pequeña bola de nieve que cae por una montaña
nevada, al principio será sencillo detenerla, pero cuanto mas haya
bajado más grande será y nos costará detenerla.
Seguiré trabajando
este aparto en el futuro, nos leemos en la siguiente semana con menú
sin hostilidad y prejuicios.
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